REUTERS
El líder de centroderecha Luis Lacalle Pou asumirá este domingo la presidencia con el objetivo de reducir el alto déficit fiscal de Uruguay y de mantener un delicado equilibrio entre sus vecinos Brasil y Argentina, que hace meses tienen cortocircuitos diplomáticos.
Luego de ganar las elecciones a fines del año pasado, Lacalle Pou, de 46 años, encabezará un gobierno integrado por una coalición de cinco partidos políticos, tras 15 años de la centroizquierda en el poder.
El déficit fiscal, que equivale al 4,7% del Producto Interno Bruto (PIB), según datos del Banco Central al cierre de 2019, es una de las principales preocupaciones de Lacalle Pou. El año pasado, el crecimiento del PIB fue de apenas 0,5%. A pesar de las preocupaciones en materia económica, todas las empresas calificadoras de riesgo que auditan la economía uruguaya han mantenido el grado inversor en sus últimos informes, lo cual le da un margen de maniobra al nuevo gobierno. En materia de inserción internacional, Lacalle Pou no dudó en calificar a los presidentes de Cuba y Venezuela como «dictadores», lo que lo ubicó en las antípodas de la política exterior del saliente Frente Amplio.
Mientras que esa posición lo acerca al mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, lo podría alejar del argentino, el centroizquierdista Alberto Fernández, aunque Uruguay no podría darse el lujo de darle la espalda a ninguno de dos de sus principales socios.
En sus primeras conversaciones con voceros de la administración de Donald Trump, Lacalle planteó su intención de firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo que marcaría un nuevo rumbo en las relaciones con la principal potencia global.
La ceremonia de traspaso comenzará a las 13.30, hora local (1630 GMT), con un acto en el Palacio Legislativo, donde Lacalle Pou dará su primer discurso en el recinto que lo tuvo como parlamentario los últimos 20 años. Se espera la asistencia de varios presidentes latinoamericanos, como el brasileño Bolsonaro, el chileno Sebastián Piñera o el colombiano Iván Duque. El argentino Fernández anunció que no asistirá por problemas de agenda.