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AP

El éxito de Bernie Sanders en las primeras consultas de las primarias presidenciales preocupan a varios representantes demócratas que abiertamente expresan su temor de que el senador que se describe como un socialista democrático les cueste la reelección y se preguntan si el partido debe hacer algo al respecto.

La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, demócrata, proyectó una imagen de calma –y neutralidad– al responder el miércoles a preguntas sobre si era tiempo de que interviniese para frenar a Sanders y proteger la mayoría demócrata en la cámara baja.

“No vamos a perder la cámara”, aseguró. “Vamos a estar unidos detrás de quien sea el candidato a la presidencia. Vamos a asumir la responsabilidad de ganar la cámara, no damos nada por sentado. Pero nos tenemos mucha confianza”.

En una reunión a puertas cerradas con correligionarios el mismo miércoles dijo que “no podemos mostrar divisiones. Tiene que haber unidad, unidad, unidad”. Esa afirmación fue descrita por un miembro del partido que habló a condición de permanecer anónimo por estar revelando el contenido de una conversación en privado.

Otros demócratas, no obstante, son más francos tras las victorias de Sanders en New Hampshire y Nevada y un virtual primer puesto en Iowa.

Cada vez les queda menos tiempo a los sectores empeñados en frenar la marcha de Sanders. El sábado tendrán lugar las primarias de Carolina del Sur y tres días después vendrá el Súper Martes, con contiendas en 14 estados y un territorio, que repartirán un tercio de los delegados a la convención partidaria de la que saldrá el candidato a la presidencia.

El representante Tom Malinowski, de un distrito muy dividido de Nueva Jersey, dijo que los demócratas tienen el camino despejado para derrotar a Donald Trump si se enfocan en los programas médicos, la economía y la promesa de que no mentirán. “No quiero desperdiciar esta oportunidad” postulando un candidato que divide a los demócratas, expresó, en alusión a Sanders.

La representante Elaine Lauria, de otro distrito peleado de Virginia, sostuvo que Sanders sería un candidato “increíblemente divisivo” que haría peligrar la reelección de gente más centrista como ella. Agregó que los republicanos tratan de pintar a los demócratas como socialistas y que “Bernie Sanders no hace sino agregar leña al fuego”.

Scott Peters, uno de los líderes del sector moderado de representantes demócratas, dijo que entre los legisladores de distritos reñidos reina el temor de que “una candidatura de Sanders hundiría sus posibilidades de reelección”.

Sanders, sostuvo, “postularía cosas que son totalmente inaceptables para tus votantes”. Propuestas de Sanders como un seguro médico único, la protección del medio ambiente y la condonación de los préstamos estudiantiles no son bien vistas por muchos moderados.

De las 42 bancas que conquistaron los demócratas al asumir la mayoría en la Cámara de Representantes en el 2018, 29 son de distritos que Trump ganó en el 2016 o que perdió por menos de un 5% de los votos. La mayoría son distritos moderados.

Los republicanos necesitarían 18 escaños en las elecciones de noviembre para recuperar el control de la cámara, suponiendo que conserven tres bancas vacantes que ocupaban elementos de ese partido.

Cuando se le preguntó qué pensaba hacer Pelosi respecto a Sanders, Peters dijo que “espero que hablemos del tema como partido” y se analice el impacto del senador en las candidaturas de los representantes que pueden correr peligro.

Horas después de declarar su apoyo a Joe Biden en las primarias, el número tres del bloque demócrata de la cámara baja James Clyburn desistió de decir si había llegado la hora de que Pelosi hiciese algo. “No quiero decirle a la gente lo que tiene que hacer en política”, declaró.

Ante una pregunta, Clyburn dijo que no sabía si Sanders podía costarle la mayoría en la Cámara de Representantes a los demócratas, pero agregó que “es un riesgo que no quiero correr”.

Hablando a condición de no ser identificado, un legislador demócrata de un distrito peleado dijo que muchos moderados quieren que Pelosi haga algo para impedir que Sanders sea el candidato demócrata a la presidencia.

Ninguno de los legisladores entrevistados dijo qué se puede hacer para descarrilar a Sanders. Cualquier cosa que hagan, en todo caso, podría terminar perjudicándolos, ahuyentando a sectores liberales cuyo voto van a necesitar los demócratas a fin de año.

La campaña de Sanders pone a los demócratas en una situación similar a la que enfrentaron los republicanos hace cuatro años. La candidatura de Trump causó alarma por sus posturas contra la inmigración y sus características personales, pero al final de cuentas la mayoría del partido no le dio la espalda y no corrió el riesgo de perder el voto de su base conservadora.

Algunos demócratas vulnerables están diciendo que apoyarán a quien sea que resulte candidato, pero se abstienen de confirmar si harían campaña por Sanders.

“Falta mucho para eso”, dijo la representante Luci McBath.

“Llegado el momento hablaremos de eso”, agregó su colega Elissa Slotkin.

Los liberales, por otro lado, presionan a Pelosi para que no haga nada por entorpecer la campaña de Sanders.

La representante Pramila Jayapal dijo que Pelosi “desempeña un papel importante, manteniéndose neutral y calmando a todos”.

Agregó que Pelosi y otros líderes que no han apoyado a nadie deben mantenerse neutrales.

Los candidatos “tienen que ganarse los votos por su propia cuenta. No creo que sea lo indicado que Pelosi se pronuncie”, expresó Jayapal.

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