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A lo largo de un par de años, entre 2016 y 2018, parecía que Paris Hilton por fin estaba viviendo el cuento de hadas con el que siempre había soñado tras conocer al actor Chris Zylka, que llegó a tatuarse su nombre en el antebrazo como prueba de amor, utilizando además la tipografía Disney para demostrar que conocía muy bien los gustos de su entonces futura esposa.

Sin embargo, su relación sentimental acabó en una sonada ruptura marcada por la disputa posterior para ver quién se quedaría con el anillo que el intérprete de la serie ‘The Leftovers’ le había entregado cuando le propuso matrimonio y que ella sostenía que le había salido gratis gracias a sus contactos.

En vista del final tan turbulento que tuvo su compromiso, la famosa rubia no ha perdido el tiempo derramando lágrimas por esa boda que no llegó a celebrarse.

«Es la mejor decisión que he tomado en toda mi vida. No creo que fuera la persona adecuada para mí; me parece que soy una mujer increíble y me merezco a alguien igual de maravilloso que yo», ha afirmado la empresaria en una nueva entrevista a la revista Cosmopolitan en la que no se moleste en aparentar una falsa molestia. «No sentía que fuera lo correcto», añade para resumir los motivos que precipitaron su ruptura.

Aunque no ha mencionado su nombre en ningún momento, Paris ha dado a entender que Chris no era digno de su confianza ni se comportaba con la dignidad que cabría esperar de su marido.

«No tener a nadie controlándome supone una novedad muy agradable», ha admitido. «Con algunas personas, existe siempre cierta desconfianza y el miedo a que hagan algo que me haga quedar en ridículo cuando no estoy cerca. Ahora no me tengo que preocupar por eso porque soy independiente».

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