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Las protestas sociales han retomado en días recientes las calles de la capital chilena y otras ciudades, mientras el gobierno busca alternativas para contener el descontento ante expectativas de que las manifestaciones crezcan en las próximas semanas.
Desde el viernes, en la emblemática Plaza Italia de Santiago, bastión capitalino de las manifestaciones, se reavivaron los choques con la policía. Al mismo tiempo crece la incertidumbre sobre si el ambiente empeorará en marzo, cuando los chilenos retornen definitivamente de sus vacaciones del verano austral.
«Recuperar el orden público, esa es la prioridad número uno, porque la violencia es un atentado contra la democracia, a los Derechos Humanos (…). Por eso, lo que estamos planteando y lo que el país necesita con urgencia es un gran acuerdo nacional contra la violencia y en defensa de la democracia», dijo el lunes el presidente Sebastián Piñera en una reunión oficial.
Autoridades y algunos particulares eliminaron buena parte de los graffitis y rayados en paredes del centro de la capital, pero las consignas volvían a aparecer poco después en los muros a la vez que los llamados a protestas aumentan en redes sociales.
«El riesgo de que las manifestaciones ganen fuerza en marzo es significativo (…). El descontento público sigue siendo considerable a pesar de los anuncios del gobierno de un mayor gasto público y el proceso para reescribir la Constitución, mientras que la desconfianza hacia la clase política es generalizada», dijo Eurasia Group en un informe.
En el balneario de Viña del Mar, al noroeste de la capital, manifestantes quemaron el domingo autos particulares y apedrearon un hotel en la primera jornada del popular festival musical de esa ciudad, que ha sufrido amenazas de boicot.
El cantante boricua Ricky Martin, quien abrió el festival, reiteró su mensaje de apoyo a las demandas sociales. «Siempre con amor y con paz pero nunca callados. Exijan lo que ustedes merecen», dijo el artista al finalizar su concierto.
En el vecino puerto de Valparaíso, un monumento militar fue atacado el sábado por desconocidos, lo que se sumó a otros incidentes menores en otros puntos del país.
Para marzo está convocada una huelga feminista de dos días y se esperan protestas el día 11 cuando Piñera celebra dos años en el poder, entre otras.
El estallido social que se desató en octubre por un alza en el precio del transporte y que derivó en reclamos de mejoras en pensiones, educación y salud, ha dejado al menos 31 muertos, miles de detenidos y cuantiosos daños materiales.
Analistas señalan que la incertidumbre se mantendría de cara al 26 de abril, cuando se realizará un referendo para determinar si se avanza en la redacción de una nueva Constitución, para reemplazar a la actual que fue originada durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Las protestas han golpeado a la economía del mayor productor mundial de cobre mientras algunas empresas han decidido postergar sus inversiones para evaluar el desarrollo de los acontecimientos en próximos meses.