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AP

El acuerdo de paz pactado entre el gobierno del presidente Donald Trump y los talibanes abre la puerta a una retirada inicial de las tropas estadounidenses en Afganistán que el secretario de Defensa Mark Esper ve como un paso hacia el objetivo más amplio de prepararse para una posible guerra con China en el futuro.

Esper tiene el ojo puesto en la “gran competencia de poder”, lo que significa estar un paso por delante de China y Rusia en los campos de batalla del futuro, incluso en el espacio y en armas estratégicas de próxima generación como misiles hipersónicos y armas nucleares avanzadas. El funcionario ve a China en particular como una amenaza creciente para el predominio estadounidense en el escenario mundial.

Para hacer más para prepararse para el desafío de China, Esper quiere hacer menos en Afganistán, Irak y otros lugares. No se trata solo de trasladar tropas directamente a Asia desde otras partes del mundo, sino también de reducir los compromisos en las regiones de menor prioridad para que más unidades militares puedan entrenarse juntas en casa en habilidades relacionadas con la guerra convencional. Predecesores en el Pentágono han tenido esperanzas similares, pero tuvieron que retroceder debido a las crisis en Medio Oriente. Solo en el último año, Estados Unidos envió 20.000 soldados adicionales a dicha región, principalmente debido a las preocupaciones sobre Irán.

Con el énfasis del presidente Trump en poner fin a las guerras de Estados Unidos contra los extremistas e insurgentes _incluso en Afganistán_ Esper quiere traer a casa la mayor cantidad de tropas posible para que puedan prepararse para la guerra de “alto nivel”.

Stephen Biddle, analista de políticas y profesor de asuntos públicos e internacionales de la Universidad de Columbia, duda que el Pentágono pueda alejarse por completo de Afganistán y otros puntos calientes regionales como Irak, y recuerda que la administración de Barack Obama intentó lo mismo, también teniendo en cuenta el ascenso de China, en el período 2011-2014.

“El problema fue que el Estado Islámico irrumpió en escena” en Irak y Siria, dijo Biddle en entrevista, y “volvimos a centrarnos en Medio Oriente y las pequeñas guerras”.

En declaraciones el sábado en Kabul, Esper advirtió que Estados Unidos “no dudará” en atacar las amenazas terroristas en Afganistán si los talibanes no cumplen con evitar que los grupos extremistas usen suelo afgano para lanzar ataques contra territorio estadounidense o sus aliados.

“Todavía tenemos un largo camino por recorrer”, dijo Esper.

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