AFP
El juicio contra José Daniel Ferrer y otros tres opositores acusados de golpear y secuestrar a un ciudadano, comenzó este miércoles en Santiago de Cuba, informaron cercanos al principal procesado, a quien Estados Unidos considera como un preso político.
El proceso, que ha suscitado la atención de la diplomacia estadounidense, se desarrolla en el Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba, 900 km al este de La Habana, sin que se haya informado oficialmente sobre el inicio de la sesión.
«El abogado de oficio que le pusieron llamó anoche (lunes) a la esposa de José Daniel para decirle que el juicio era hoy (martes) a las 8:30 de la mañana», dijo Luis Ferrer, hermano del acusado, vía telefónica desde Estados Unidos.
Para la administración de Washington, José Daniel Ferrer (49 años) es un defensor de los derechos humanos en Cuba y exige su liberación inmediata. Para las autoridades cubanas, está procesado por delitos comunes.
El tema complicó aún más las relaciones bilaterales, que se tensaron tras la llegada de Donald Trump al poder.
Ferrer es líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), considerada ilegal en la isla, y enfrenta una petición fiscal preliminar de 9 años de cárcel.
En tanto, Fernando González (52), José Pupo (54) y Roilán Sagarra (48), también miembros de Unpacu, podrían recibir 8 años de prisión.
Según la acusación fiscal, a la cual AFP tuvo acceso, los cuatro acusados golpearon y secuestraron al también disidente Sergio García, quien los acusó.
La acusación señala que las lesiones propinadas a García fueron «graves con peligro para su vida», con daños en el abdomen y fracturas. Para la familia de Ferrer, son cargos falsos.
El blog oficialista «Santiago arde» dijo que Ferrer «recibirá la debida defensa, como garantía de sus derechos, mediante la atención de un abogado de oficio», pues el acusado no designó a uno.
El pasado lunes, el secretario Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, exigió la «liberación inmediata» de Ferrer, advirtiendo que responsabilizará a La Habana por el trato a «todos los presos políticos», en carta pública al gobierno cubano.
Un reportaje de la televisión estatal aseguró que la encargada de negocios de Estados Unidos en Cuba, Mara Tekach «dirige personalmente» a Ferrer, «le incita al desacato de las fuerzas del orden y visita su vivienda».
Ferrer, con larga trayectoria dentro de la disidencia cubana, es una figura controvertida, admirado por anticastristas y acusado de ser un individuo autoritario y violento por seguidores del gobierno y algunos disidentes que han roto con él.
Fue uno de los 75 disidentes condenados en 2003 (25 años en su caso), y liberado el 2011 como parte de las negociaciones del gobierno de Raúl Castro con la Iglesia Católica, proceso acompañado por España.
Con otros 11 excarcelados, se negó a abandonar a la isla, rechazando la oferta de las autoridades de La Habana y Madrid, que sí aceptaron el resto de los opositores.